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Concurso Ellas de Montena

viernes, 29 de julio de 2011

Piensa antes de decir. Capítulo 9.

Siento que el capítulo sea tan pequeño, pero no se como seguir. Un beso y gracias por pasaros y gastar vuestro tieempo leyendo en mi página.
Capítulo 9.
Empezamos a caminar. Íbamos a volver donde estaban nuestras madres. Y al pasar por uno de los sitios un hombre se nos quedó mirando a Gabriel y a mi, Gabriel no se dio cuenta, pero yo si. 
-¿Te duele?-preguntó, yo negué con la cabeza. Seguimos caminando en silencio, y al llegar, nos sentamos cada uno en una butaca vacía.
-¿Dónde estabais?-preguntó mi madre.
-Dando vueltas.-contesté yo.-Mami, dame un paquete de papas. (soy canaria así que yo digo papas, ustedes le dicen patatas ¿no? Bueno sigo con la historia).
-Cógelo en la bolsa.-asentí y lo saqué, le ofrecí a todos, pero a Gabriel no le gustaban, eran a la vinagreta. Estuvimos un rato hablando, hasta que Gabriel se estiró, y me empujó con el pie, yo le pisé y estuvimos un montón de rato haciendo el bobo.
-¿Vamos a dar otra  vuelta?yo asentí y nos levantamos.
-Ahora volvemos.-le dije a mi madre, ella asintió y nosotros nos fuimos, nos quedamos un rato mirando el mapa del barco y luego fuimos por la parte de abajo, subimos las escales cuando ya no quedaba nada y mira tu que casualidad, llegamos al mismo lugar de antes, en los camarotes. Estuvimos hablando un rato, luego aparecieron unos hombres y le preguntaron a Gabriel algo el dijo que no y se fueron.
-Vamonos, me quiero ir ya.-él se levantó y se echó a correr, no lo encontraba.-Gabriel, Gabriel, Gabriel...-le llamaba, de repente apareció y me estampó contra la pared del barco. Me quedé mirando sus ojos y el los míos. Os juro, que pensé que me iba a besar, lo estaba deseando con todas mis fuerzas, deseaba que diera un paso al frente y me besara, quería que hiciera que me sintiera querida. Pero al ver que no hacía nada, intenté quitarme sus manos de encima, pero no lo conseguí, no me soltaba. Hasta que al final me pude librar de él y le dije que me iba. Entonces vino por detrás y me dio con la mano en la cabeza, me paré y le miré.
-¿Qué? Solo te portas bien conmigo mientras estamos en ese cuadro.-lo dije de broma, pero en el fondo estaba enfadada, él me miró y no me dijo nada. Volvimos con nuestros padre porque íbamos a embarcar. Nuestros padres se dignaron a aparecer y bajamos a buscar lo coches. Cuando llegué a mi casa, me quedé dormida pensando en el...

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